Mexicano, investigador en el Instituto de Investigaciones Filosóficas, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT. Es doctor en filosofía por Columbia University. Es autor de dos libros sobre temas de ética aplicada; es compilador y editor de varios libros, el más reciente de los cuales es Lenguaje, mente y moralidad (UNAM, 2015). Asimismo, es autor de diversos capítulos de libros y de artículos publicados en revistas especializadas, sobre temas de metaética, ética aplicada y estética
En este artículo analizo la idea de que se puede hacer filosofía a través de la poesía y trato de darle sentido a la expresión “poesía filosófica”. Sostengo que hay básicamente dos modos de entender esta expresión: 1) como ejemplificación, es decir, la poesía puede servir como ejemplo filosófico de distintas maneras; y 2) como articulación de una teoría filosófica. Aquí analizo la idea de que se puede obtener un tipo de conocimiento sui generis a través de la poesía, así como la de que la poesía puede justificar supuestas verdades filosóficas. Rechazo estas dos ideas y, con ellas, la tesis de que se puede articular una teoría filosófica a través de la poesía. Sin embargo, acepto que no hay nada intrínseco a la poesía que le impida hacerlo, aunque, en general, esto no sucede